¿Te gustaría sentirte más saludable y con más energía a través de cambios en tu estilo de vida?

En este post te quiero contar sobre cómo la Medicina de los Estilos de Vida te ayuda a lograr los cambios que deseas.

La Medicina de los Estilos de Vida es para personas que desean mejorar su salud y bienestar a través de cambios en su estilo de vida. Esto puede incluir tanto a personas que buscan prevenir enfermedades o problemas de salud futuros, así como aquellas que se encuentran cursando algún diagnóstico y buscan complementar su tratamiento médico existente. 

Actualmente, vivimos muchos más años que antes (población más longeva), pero a la vez presentamos una mayor carga de enfermedades crónicas no transmisibles (tales como diabetes, hipertensión, colesterol elevado, cánceres de diverso tipo) que están relacionadas con nuestros hábitos. De acuerdo a la OMS, el 80% de las enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes tipo 2, y el 40% de los cánceres podrían ser prevenidos con mejoras en los estilos de vida. Además, muchas condiciones de salud pueden ser revertidas a través de cambios en el estilo de vida, y otros problemas de salud pueden mejorar su pronóstico gracias a estos cambios. Esto puede incluir una mayor calidad de vida así como una reducción en la necesidad de medicamentos.

La Medicina de los Estilos de Vida es un enfoque basado en la evidencia científica que promueve el cambio hacia hábitos más saludables, tales como la alimentación basada en plantas integrales, realizar actividad física, manejar el estrés (a través de técnicas de meditación y contacto con la naturaleza), tener buenos hábitos de sueño, promover relaciones sociales y evitar el uso de sustancias tóxicas, para prevenir o tratar problemas de salud. 

Si estás leyendo esto, quizás te encuentras cursando alguna condición de salud que te ha alertado de la importancia de realizar cambios en tu estilo de vida, sin embargo, no has podido llevarlos a cabo. Te entiendo, ya que yo también he estado ahí. 

Hace años, me diagnosticaron con prediabetes, colesterol alto y trastorno del ánimo. Sentía que mi salud estaba muy deteriorada, a pesar de que era muy joven. Sabía que mis hábitos tenían una gran influencia en los diagnósticos que estaba cursando, sin embargo, sentía que no tenía control sobre mi cuerpo ni mi mente; por lo que no me sentía capaz de llevar a cabo estos cambios

El saber que era necesario hacer un cambio en mis hábitos no era suficiente para que efectivamente llevara a cabo los cambios en mi estilo de vida. Intenté realizar cambios en varias ocasiones, siguiendo pautas que me indicaron profesionales de la salud, o por lo que leía en alguna parte, sin embargo, nada me funcionaba más allá de un corto tiempo. Con el tiempo comprendí que esto era debido a que era un cambio que estaba presionado por factores externos; no eran cambios que vinieran desde mi, no eran lo que yo quería, y por lo tanto, me parecían ajenos. 

Sólo cuando empecé a escucharme y a realizar cambios que fueran coherentes conmigo, mi contexto y lo que yo quería, es que pude realmente encaminarme hacia un estilo de vida que restaurara mi salud y bienestar, además de poder disfrutar el proceso.

Al darme cuenta de que los cambios que comencé a experimentar (sentirme con mayor vitalidad y energía, con mejor ánimo, más fuerte y cómoda con mi cuerpo, además de normalizarse mis exámenes de laboratorio) tenían además una robusta evidencia científica, me di cuenta de que necesitaba comunicar este mensaje. 

 

¿Cómo lograr cambios en mi estilo de vida?

El modelo transteórico del cambio, que se encuentra respaldado por la evidencia científica, nos indica que para lograr cambios en nuestra conducta primero debemos conocer la etapa del cambio en que nos encontramos (es decir, que tan preparados nos sentimos para realizar un cambio). De acuerdo a la etapa en que nos encontremos, se considerarán distintos elementos, tales como nuestras fortalezas y valores, la responsabilidad en nuestro proceso de autoconocimiento, la evaluación de los beneficios del cambio, el poder trazar un plan de acción personalizado y realista, prever obstáculos y plantear estrategias, así como prevenir recaídas una vez que ya hemos logrado cambiar la conducta.

El cambio es un proceso individual y distinto para cada persona, y además, no es un proceso lineal, por lo que no existe una receta universal. 

Ahora mi misión es acompañarte en el descubrimiento de cuál es el estilo de vida que deseas crear, así como acompañarte en el proceso para que lleves a cabo los cambios que deseas, para así cuidar tu salud y bienestar.